El día a día de la empresa se hace cada vez más difícil, las ventas se reducen pero se sigue trabajando a buen ritmo, el problema llega a la hora de los cobros, muchas empresas relacionadas con la construcción lo están pasando mal ya que el cobro es malo y tardío. A la mayoría de constructoras se les están acabando las reservas y emiten pagarés con pocas posibilidades de cobro, los bancos son muy reticentes a descontar papel y estos negocios que dependen de la construcción se encuentran sin liquidez, incluso para cubrir los sueldos a fin de mes.
Comentando con varios empresarios este tema me siguen dejando la sensación de preocupación, me dicen que hay poco trabajo y el que se hace es difícil de cobrar, mas de uno se estaba planteando la posibilidad de cerrar el negocio si esto no mejora en un par de meses.
Las oficinas echan humo, llamadas y llamadas para conseguir clientes, llamadas y llamadas para confirmar la solvencia de clientes y posibles clientes, más llamadas para conseguir una línea de financiación, llamadas para prorrogar pagos, etc, etc.
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