(Grajan)
Quien nos iba a decir que después del desastre económico que ha provocado el endeudamiento en la sociedad, los Estados iban a actuar de la misma manera como solución a la crisis.
Los ciudadanos y empresas curan sus heridas con una bajada a la realidad que en algunos casos es crítica.
Ahora constatamos día a día en las noticias de los medios de comunicación que los Estados se dedican a endeudarse y a repartir a diestro y siniestro una cantidad inmensa de dinero. ¿Todo este capital tiene un seguimiento?¿Estamos seguros de que este dinero aportado por los ciudadanos será utilizado de forma y manera óptima?¿Formará otra burbuja, esta vez estatal?.
Peligrosas preguntas y peligroso futuro se cierne sobre nosotros.
Se está intentando reactivar la economía sobre una base artificial, no real. La economía se desenvuelve de manera correcta si existen puestos de trabajo y estos conllevan un consumo que proporcione a las empresas la capacidad de rotación de circulante, liquidez y posibilidad de reinversión.
Pero la pregunta es , ¿la economía será capaz de mantenerse sin ayudas cuando se consuman los fondos?
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